24/5/09

Mariana Escosteguy

Lectura trabajada: Norwegian Wood, de Haruki Murakami.



El único recuerdo que conservo de 1969 es el de un lodazal inmenso. Un profundo lodazal, viscoso y pesado, donde cada vez que daba un paso se me hundían los pies. Y yo lo cruzaba haciendo un esfuerzo sobrehumano. No veía nada. Ni delante ni detrás de mí. Sólo un cenagal de tintes oscuros extendiéndose hasta el infinito.
El tiempo transcurría al ritmo de mis pasos. A mi alrededor, hacía tiempo que todos habían emprendido la marcha, y yo y mi tiempo seguíamos arrastrándonos con torpeza por aquel lodazal. [...]

Y yo me limitaba a vivir día tras día sin apenas levantar la cabeza. Lo único que se reflejaba en mis pupilas era aquel lodazal infinito. Levantaba el pie derecho, luego el izquierdo, de nuevo el pie derecho. Ni siquiera sabía con certeza dónde me encontraba. No lograba orientarme. Sólo sabía que tenía que dirigirme a alguna parte y, por ese motivo, movía los pies.

http://www.scribd.com/doc/12281158/Tokio-blues-Haruki-Murakami

Mariana está graduada en Ciencias Biológicas, UBA.
Se inició en el diseño de joyas contemporáneas en el año 2000,
emprendiendo una búsqueda a través del diseño.
En los años sucesivos, recupera muebles de las décadas del ´50 y ´60 dándoles una resignificación con el uso de nuevos materiales.
En el 2008 desarrolla técnicas de fieltro en el IUNA y reinicia sus
actividades de joyería en el taller de Fabiana Gadano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No que te parecerá a vos.. pero tu
pieza ma representa algo asi como un laberinto, comop una trampa, tal
como el lodazal de tu texto. Es un trabajo muy original.
Silvia Susana